A veces se hace tan pesada esta sensación. La idea de que esto no sea real o que cuando por fin me decida a entregarme sea tarde. No quiero darme tanta prisa pero el miedo a la espera también me aterroriza.
Sé cuánto siento hoy, las ganas y la ilusión que intento dosificar y canalizar como mejor sé.
Pero en mi afán por no ser demasiado pesado no quiero llegar a ser distante, al menos no tan distante como alejarme realmente de la persona que quiero.
Hay tantísimas cosas que ya han pasado por mi mente, tantos acontecimientos maravillosos que casi he podido saborear como si de la realidad se tratasen... tengo miedo que después de todo lo que estoy sintiendo acabe como siempre, encerrándolo en lo más profundo de mi ser para que se pudra como tantos deseos maravillosos que yacen ahí.
Tomo aire con toda la paciencia que consigo acumular y espero hacer lo correcto en su debido momento.
Ojalá pronto cobre nombre aquello que no lo tiene. Ojalá las cosas marchen y sobre todo, ojalá no sea rechazado en el día que ya tengo señalado.
Mi cuerpo vibra sólo de pensar en volver a tenerte entre mis brazos y respirar en tu cuello. Sentir nuestros latidos acompasándose en una rítmica sonata de tambores de caza. Presa de nuestros propios sentimientos y embriagados por nuestra pasión.
Te quiero, tal vez más de lo que soy capaz de asimilar.
NaiT
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