Ojalá pudiéramos vivir siguiendo nuestros impulsos y disfrutando de todo aquello que queremos hacer por el simple hecho de querer hacerlo. Pero eso ¿sería vida?. Esclavos de las emociones y de la oportunidad como vulgares animales...
Querer es poder, dicen algunos, y que la libertad es hacer cuanto quermos y podemos en el momento que así lo deseamos.
¿Dónde queda el respeto? ¿Dónde queda la fidelidad? ¿Dónde queda el sacrificio? ¿Y el esfuerzo?
¿Cómo afectan nuestras acciones al alma, carma o como quiera llamarse?
Se puede vivir el momento sin necesidad del descontrol.
¿Por qué ya nadie aprecia la belleza de hacer las cosas en su debido momento?
Se pierden los valores, la moralidad y al final, en ese vacío existencial sólo sabemos retroalimentarnos con el desorden, un caos de brutalidad desmedida sin razón de ser.
Un mundo codicioso sin ilusión por nada donde todo se consigue por medio del recurso más antiguo que poseemos, la fuerza.
No creo en la libertad que muchos dicen proclamar al igual que no creo en las ideologías que hacen uso de esa palabra para cautivar nuevos adeptos como si de una religión se tratase.
Todo el mundo parte de pequeños gestos que hoy día carecen de sentido pues en un mundo tan podrido no queda lugar para la consideración, la templanza o la razón.
¿En qué momento nuestra razón de ser nos convirtió en otra cosa? ¿En qué momento el ser humano deseó serlo tanto hasta olvidar lo que era en verdad?
La libertad es elegir y por muy triste que nos parezca no poder tenerlo todo, y soy el primero que odia tener que elegir, eso es lo que verdaderamente nos hace diferentes. Tomar decisiones es un arte poco valorado y que su práctica lleva, como en todo, a la perfección aunque esta no se logre ni después de muerto.
Es genial cuando sabes llevar las situaciones y no necesitas elegir propiamente dicho, pero hay encrucijadas que no ceden a burdos trucos, situaciones complejas que requieren de una calculada reacción con todas las consecuencias que eso conlleve y, por supuesto, momentos en los que pudiendo tenerlo todo, decides que no sea así.
¿Será la vida impartiendo lecciones? ¿Será el mismo carma brindado oportunidades para redimir errores pasados?
Espero tener la fuerza y determinación necesarias en el momento adecuado. Quiero ponerme esta prueba pues todo parece indicar que he de enfrentarme a esa parte de mí.
Sé cómo me sentiré luego, sé que me arrepentiré, pero creo que es la mejor decisión que podré tomar y ojalá mis actos confirmen estas palabras previas a la acción.
A veces realmente pienso que soy tan conservador... tengo una visión que fácilmente podría etiquetarse de arcaica o desfasada... No es mi culpa ser un romántico de corazón, pensamiento y actitud. Mi culpa será si algún día acabo como ellos...
Pero no es momento de pensar en eso, es momento de sonreír a la vida.
Muchos podrán considerar mi decisión como un error, pero será un error que espero me lleve a la felicidad.
NaiT
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