Tras mirar la última entrada, soy consciente de cuántas cosas han ocurrido, y en mi desasosiego, sólo he dispuesto de mis amistades y de la red social Twitter para propiciar el fluir de dichas emociones, pensamientos y, en definitiva, dolor.
Con Evanescence como banda sonora, voy a disponerme a dejar salir cuanto guardo (a gritos) estos días...
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"La fantasía, la ilusión, no son más que engaños, lejos de ser mentiras; sólo la representación de nuestros sueños"
Creí en la inmortalidad, no de la carne, pero si la del sentimiento. Aquello intangible, aquello que no pueda perecer por los radicales libres. Pero sin embargo, el desgaste a todos llega, ya sea de forma física o etérea.
Siempre me han fascinado los vampiros, no tanto por su dualidad entre "don y maldición" (que también), si no por esa fascinación que tienen por lo perecedero, lo mortal.
Habiendo abismos de edad, "océanos de tiempo" entre ellos y el ser amado, su poder para proteger y el conocimiento de que ellos mismos constituyen un peligro, un mal, para su amor.
Tal vez la experiencia sólo me demuestra lo cercano que soy a tal definición.
Otras fantasías propiciadas por la ficción es la idea misma de las relaciones (y los componentes de ellas). Idealizando las situaciones y/o las reacciones de la otra persona. ¡Qué ingenuos!
Es muy difícil poder encontrar una relación "Seme - uke" como la que en tantos animes o mangas he podido ver, por no decir imposible. Lo mismo puedo decir de aquellas exageraciones cinematográficas de lo que es la fidelidad, el amor y el resto de patrañas que nos venden.
No digo que no exista el amor, ¡nada más lejos! Pero es muy complicado tener algo "idílico".
Hace mucho me dijeron las claves de una relación, y tal vez estuvieran en lo cierto, pero en mi caso no es algo que pueda darse en un corto plazo y, viendo cómo ha ido en su caso, no sé muy bien qué pensar.
Soy escorpio, ¡un puto escorpio!
Necesito algo más que una convivencia que sea estable. Que sí, es fundamental una buena convivencia, respeto, confianza... Pero mi maldito talón de Aquiles, la pieza que puede ayudar a que todo lo demás funcione con esfuerzo y sacrificio por ambas partes, aquello que hace idílica cualquier relación, aquello que a veces no es suficiente sin el sustento de todo lo demás....
Necesito un soporte emocional, necesito querer, pero también he de sentirme querido y, con los últimos acontecimientos me he dado cuenta de que, cada vez necesito sentirme más y más amado para confiar.
Son demasiadas heridas, demasiadas traiciones, demasiada realidad que ha hecho mella en mi capacidad para soñar.
Sólo puedo sentirme un maldito idiota cada vez que confío, cada vez que sueño o cada vez que me ilusiono...
Pero uno, por suerte o desgracia, sabe ver lo que ocurre, aunque intente acallar esas voces. Las sospechas invadían mi mente y, finalmente me corrompieron.
Hace poco conocí los celos a un nivel que no podía creer viniendo de mí, algo descabellado, ¡monstruoso!
Y cuánto dolor al confirmar lo sospechado... ¿Y lo mejor? Ni siquiera tenía derecho para sentirme así, no había sido traicionado en ningún momento, pero así me sentía, por creer, por esperar más de lo que se me podía ofrecer, por creer que yo sería suficiente.
Pero ya es agua pasada, aunque mi mente, mi imaginación, se dediquen a recordarme cuán estúpido he sido esta y las otras veces...
Ha habido cosas buenas, tal vez demasiado buenas para el estado en el que me he quedado.
No había estado así en mucho tiempo, por no decir nunca. No había amado hasta este punto, no me he puesto tan en evidencia ni he arriesgado tanto...
También es cierto que no he sido un santo, las evidencias de traición junto a mi orgullo...
La realidad es que "ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos".
Lo que me cuesta procesar son aquellos signos, aquellos gestos y palabras que me dotaban de algo especial y que después me despojaban de dicho estado.
Odio no saber qué pensar, qué creer, qué sentir, qué hacer...
He optado por distanciarme, al fin y al cabo mi amistad no la perderá y, aunque he tendido la mano para que la relación no se enfríe, aquí estoy, pasivamente esperando alguna acción por su parte, algún grito de atención, alguna llamada, algún "te echo de menos".
Yo ya no puedo arrastrarme más, no quiero ser un estorbo, no quiero molestar...
Tal vez me complico demasiado por inercia, le doy demasiadas vueltas a temas cerrados, pero que para mí todavía tienen incongruencias.
¿Y qué puedo esperar de alguien de su edad?
¿Qué puedo esperar si tengo algunos principios que no son corrientes en esta edad y además he de añadir que pertenecemos a edades distintas?
Todos idealizamos nuestros pasado, pero soy consciente que dentro de mis errores y acciones poco sensatas, fui bastante maduro...
Incluso hoy día, sé que a veces cometo errores de novato en diversos aspectos, pero a veces por probar cosas diferentes, otras simplemente por inseguridad.
Sí, estoy muy inseguro. Nada sale como estaba planeado, pero es que los planes "B" también se van al garete incluso antes de poder ponerlos en marcha...
Son muchos frentes personales los que tengo abiertos, muchos temores que debo procesar con cuidado y un análisis constante de las circunstancias y acontecimientos, pero cuando entran los sentimientos en el escenario...
... Me convierto en un inútil.
Sólo por amar, sólo por no ser correspondido por igual, sólo por haber creído que podría funcionar...
Una parte de mí quiere confiar en que no era el momento, y me gustaría creerlo (en cierto modo lo hago), pero cuanto más tiempo pase, esa idea va perdiendo validez.
Ya no sé si vale más aquello que dice en la distancia o los pequeños faros que me daba en la cercanía...
Me sentí tan jodidamente bien con él, en su entorno, en el calor de su hogar...
Es lo único que sé que pienso conservar, como si de oro se tratase, en mi interior.
Quién sabe si su curiosidad le traerá aquí. Pero conociéndole lo dudo mucho...
No podré volver a dedicarte aquellas palabras que quería decirte hasta el final, no voy a poder hacer tanto como hubiese querido... Pero no sólo contigo, tampoco con aquellos que estuvieron antes...
Espero que tú al menos no desaparezcas de mi vida como el resto. Pero quién sabe, tal vez sea mi destino.
Al fin y al cabo, a veces pienso que sólo fui un parche, o no se... No termino de comprender muchas cosas que seguramente ni siquiera tú comprendas...
Es curioso que al final de esta carta plasmando mi estado coincida con "End of the Dream" del último disco de Evanescence.
Definitivamente, todos esos sueños rotos hay terminado perforando demasiado mi pecho.
Todavía conservo el calor reciente de cuanto he sentido y aún siento.
Pero estoy muy cansado de hacer esfuerzos titánicos ante muestras ridículas de afecto.
Lo siento por quién alguna vez quiera ganarse mi corazón de verdad, tal vez cuando ese momento llegue, no quede nada que ganarse.
"Isn't something missing?"
Tal vez vuelva a mis relatos, tal vez vuelva a escribir o tal vez vuelva a dejar este blog abandonado por meses...
Al fin y al cabo "Isn't someone missing me?"
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