Dos siglos...
Tanto tiempo hace ya desde que todo empezó... bueno, no todo, pero sí en cuanto a mí, mis vivencias, mis heridas, mis risas, mi ser...
Mirando atrás sólo veo polvo flotando en el aire, sin ninguna fuerza que lo domine, libre... Así es el pasado, libre pues ya no está, libre pues de él sólo quedan el recuerdo y el presente, libre porque nadie lo puede alterar.
Para quienes vivimos y sentimos de esta manera, el pasado es una fuente de inspiración, de paz, de autoconsejo, reflexión o incluso de angustia.
Que dulce es la agonía cuando la ves desde fuera, que amarga sienta cuando la sufres...
De todo cuanto guardo en mis memorias sólo puedo destacar traición, envidia, conflictos... el ser humano es así y su naturaleza ambiciosa no cambiará. Desgraciadamente nosotros somos igual, no, peores pues vivimos más y nuestros preceptos se prolongan sin un avance racional para la estirpe.
Oh, ya acabo hablando de esto, he de dejar de pensar es la burocrácia que nos caracteriza, sólo son patrañas, mentiras, poder y control sobre otros, no hay más.
Respecto a los que de verdad somos fieles a nuestro yo, los que no necesitamos del gobierno como si fuera nuestro sustento.
Mi sustento son la sangre, el amor, la pasión, lujuria, veneno, deseo... sin esas cosas mi disciplina, mi carácter, mi cordura... tal vez no sería como soy.
Cuántos sueños e ilusiones puéden guardarse por una eternidad... cuántos errores y disgustos quedan en la piel...
Y parecía sólo otro pervertido más, borracho de vicio y hambriento de sexo... pero siempre he sido más, y ahora, consumido en angustia me cedo a aquel que me reclame...
Sin apetito a penas o demasiado hambriento como para cazar.
No quiero dejar todavía un legado, pues tengo mucho que hacer todavía, pero si tuviera que dejar alguno, serían mis amigos, mi familia y a todos aquellos que procuro colmar con mi cariño y atención.
Considero que a veces soy muy infantil, alocado y otras demasiado rígido y serio.
Deseo alguien con quién compartir mi vida más allá de la amistad. A falta de eso exijo mi derecho a la diversión y el vicio. Y aún así aquí sigo, conteniéndome, ilusionándome y frustrándome.
Pero ¿sabéis? me lo tomo con humor, ya que hoy en día, han pasado tantos chicos que me han gustado y han seguido adelante que sé que si alguno de ellos decide volver la cara atrás y mirarme ahí estaré, pero eso sí, sólo seré para el primero que llegue, si es que algún día llega alguno.
Mientras tanto, conservaré todo aquello que mantiene mi felicidad, la gente con la que me rodeo, aquella en la que pienso y procuro conservar en la distancia.
Mi mejor regalo por el momento ha sido la gratitud que siento yo mismo hacia todo cuanto hacen por mí y espero poder corresponder. Creo que no hay mejor regalo para uno mismo. Ser consciente y consecuente.
Doscientos años de errores... y algunos que cometería una y otra vez. Todavía me esperan muchos siglos más.
NaiT
Y con sta 95 publicaciones ya...
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