Ven y cubre mi horizonte con tu cegadora presencia, pues yo aquí soy siervo y señor, preso y verdugo, noble y reo.
Yo, que encarno los 7 pecados te veo y te perdono. Absuelvo todos tus males pues yo seré el nuevo mal al que hagas justicia. Yo seré la ley que empuñarás contra tus enemigos y la herramienta que cumplirá tus designios.
Soy la luz que apaga todas las velas, el viento que corta la lluvia, la sombra que ilumina tu camino...
La eternidad nos sonríe y sin embargo sólo sabemos llorar ante la desdicha...
¿Conoces la angustia de que por mucho que te toco, jamás seremos uno? que ¿jamás entrarán en contacto nuestras almas?
Imagina la grandeza de la materia, imagina que aunque dos cuerpos se toquen nunca estarán realmente en contacto. Sus moléculas nunca serán una. Sus átomos jamás se tocarán.
¿Deseas eso para nosotros? Yo te ofrezco un vínculo real, un vínculo más allá de las leyes de este universo. Una unió tan sólo concebible en el mundo de los sueños...
Me congratula ser un humilde egoísta que procura dar más allá de sí para evitar recaer en los pecados que me caracterizan.
¿Cual es mi deseo?
Sorber tu alma hasta su último suspiro, arrancártela mientras tu sangre brota de mis labios.
Y ahora... ¿cual es el tuyo?
NaiT
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