Cuan maravillosa ironía me depara la vida con su, como siempre, agridulce lección.
Acostumbrado al desengaño de la distancia por la lejanía ahora me veo sometido a una distancia tal vez de corazón.
¿Cuántas cosas en mí se habrán removido en estos 2 meses para que cada vez te eche más de menos?
Antes estar sin ti varios días era soportable, pero a medida que te conozco siento la irrefrenable necesidad de tenerte a mi lado. Una sensación a la que cada vez me acostumbro más pero también menos por igual.
Pronto hará una semana que no siento tus labios y la verdad, se hace duro saber que te tengo a 10 minutos y que por no molestar....
He hablado contigo, sé que estás bien, pero quiero, necesito verte por breve que sea, por escaso roce que tengas... necesito verte para que no me reconcoma tanto la añoranza.
¡Quién me ha visto y quién me ve! No solo has desatado fuertes sensaciones en mí, además juegas bien tus cartas o tal vez la providencia nos lo sirve en bandeja...
Realmente dudo que yo me pueda cansar de ti, ahora es cuando tú has de averiguar si te puedes cansar de mí...
No quiero que me invada la dejadez. Es más, la espantas cada vez que mis ojos se posan en ti. Quiero estar más presente en tu vida y ser para ti el regalo que estás siendo para mí.
NaiT
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