Blood Letters...

martes, 8 de marzo de 2011

Chapter 76. Time Water...

¿Puede el agua separar el tiempo?


Es curioso descubrir que tu vida siempre ha estado influída por un factor tan común como el agua que forma parte de nosotros, nos envuelve en forma de gas y a menudo nos sorprende en su forma líquida y con suerte, o desgracia, sólida.


Tras los meses que llevo viviendo en Palma de Mallorca aún no había pasado por la que fue mi última vivienda en esta isla, la última casa donde estube y por supuesto de la que conservo más recuerdos dado que en las 2 anteriores era demasiado pequeño.



Ahora bien, nací en Menorca para trasladarme a la primera casa cerca del Cristo de la Sangre en las Ramblas de Palma. Al cabo de los años nos mudamos a la Calle cataluña, al sur-oeste de la anterior y justo detrás del que sería mi colegio de toda la vida, Rei Jaume I. Ya a una edad con una comprensión mayor mi vida se centró al nord-oeste, en soldado alemany company situado al lado de la policía local en el barrio de San Fernando.


En mi vida he pasado de Este a Oeste como un sol al amanecer y casualmente, volví a mi origen y sin darme cuenta, vuelvo a seguir los pasos que inconsciente y puerilmente ya anduve.


Muchas veces habituo las Ramblas pese a que no sé localizar exactamente la casa en la que viví. Algunas veces he pasado la calle Cataluña y me he quedado mirando el que fue mi portal durante años o el patio del que fue mi colegio. Ha sido sólo hoy que he pasado por aquella zona que visualizo con mayor claridad, mi última casa en esta isla, mi verdadera niñez, mi periodo prévio al cambio.


Pasando los molinos a penas he sentido nada, pues los he visto varias veces en bus o tirando currículums en agencias de trabajo temporal, pero más al norte es cuando fluyen los recuerdos. Calles donde tropecé, portales que veía constantemente a la vuelta del colegio, supermercados que persisten en su lugar de siempre... Pero tantas cosas han cambiado...


Cuando llego a mi calle la reconozco enseguida. La grotesca fachada de mi antigua residencia desgraciadamente no me resulta nueva. Craso error cometieron quitar su anterior beige por el naranja butano que la desdecora ahora. La calle ya no se llama soldado alemany company, algo que me ha chocado mucho.


"Vicenç Cuyàs" es la nueva identidad de la calle. No conforme con esto y cumpliendo con mi obligación de esta mañana, he avanzado entre mis recuerdos. 


Ver el parque donde tantas veces paseé a mi perra o jugaba y del cual podría sacar un par de anécdotas, la supuesta casa abandonada ya reformada y, el que para mí ha sido el cambio más sorprendente en estos casi 9 años... Ver cómo un descampado únicamente usado como parking chapucero y "almacén de coches desmantelados" ahora es un colegio. Un verdadero colegio salido del vacío y extenso campo, a mis inocentes ojos, que había.


Tras terminar mi encargo, he regresado por el camino que tomaba hacia otro punto de mi infancia. el colegio cercano a mi última casa ahora está en reformas y de ellas surgirá un nuevo C.E.P.A., de ahí la construcción del otro colegio, seguramente.


Más adelante, por fin la Plaza Madrid, donde tantísimas horas pasé con mis amigos, la iglesia donde hacía catequesis y finalmente otra vez en calle Cataluña a punto de tomar Jaime III en dirección a mi casa.


Una vuelta conmovedora y reflexiva. ¿Qué tiene que ver con el agua? os preguntaréis.


Si bien mi nacimiento fue en una isla y luego vivir en otra ése mar ya marca una diferencia. Un muro de agua que al saltarlo me permitió avanzar a otro nivel de mi vida. Los pocos recuerdos que conservo de la primera casa son breves, algunos oscuros y confusos. Las únicas imágenes claras de esa época son siempre en la calle. Necesitaba un nuevo cambio, saltar otra barrera y así lo sirvió el destino.


Pasado el torrenta "sa riera" estaría mi segunda casa de la que recuerdo incluso la llegada con pequeñas lagunas. Así hasta que después de la 3ª casa las circunstancias causaron una parada de mi crecimiento hacia el Este, pero no de mi crecimiento personal. Era hora de la noche, la despedida y el cambio para volver a mis raíces y al "amanecer de mi vida". No en vano mi pueblo en Menorca es el primero de España donde sale el Sol.


Tras años de crecimiento personal y físico, entablar grandes amistades y experiencias necesitaba otro cambio, otro salto a ese muro de agua.


Aquí estoy de nuevo, en Palma de Mallorca, más al Este que en la primera casa en la que viví pero más al Oeste de Menorca.


¿Dónde me llevará el próximo "salto de agua"? 


Pienso en cuanto me gustaría hacer en el futuro y la verdad es que siempre estaré cruzando mares. Tampoco es difícil cruzar ríos en una geografía tan rica en ellos como España, pero sinceramente me hace gracia, más sabiendo que como escorpio soy elemento agua.


El fluir de la vida desde nuestro nacimiento hasta el ocaso de los días y ahora, dividido por los diferentes afluentes de tiempo. No puedo quedarme estancado y entiendo aún mejor mi necesidad de viajar, de cambiar, de fluir, saltar muros, cruzar mares... crecer.


Cuántas historias de espectros que no pueden cruzar corrientes de agua, que no pueden afrontar el cambio pues ellos ya no cambian, que no pueden pasar al otro lado del velo de la realidad.


El día que no pueda cruzar, seré un espectro en vida, si me queda de eso cuando ocurra.

NaiT

No hay comentarios: