De pronto percibí la brisa del río y el aire cálido de la noche y sentí a Lestat a mi lado, tan inmóvil que podría haber sido de piedra.
(...)
Por el momento, el dolor desapareció; la confusión desapareció. Cerré los ojos y oí el viento y el suave sonido del agua en el río. Fue suficiente por un momento. Y supe que no duraría, que se alejaría de mí como algo arrancado de mis brazos, que yo iría detrás de eso, más desesperadamente que cualquier criatura para recuperarlo. Y entonces, una voz a mi lado retumbó profunda en el silencio de la noche, diciendo:
- Haz lo que te ordena tu naturaleza. Esto sólo es una muestra. Haz lo que te pide tu naturaleza.
(...)
Me llevó rápidamente por la calle. Dándose la vuelta cada vez que yo vacilaba, extendía su mano, con una sonrisa en sus labios, y su presencia era tan maravillosa como en la noche que se me había aparecido en mi vida mortal y me dijo que seríamos vampiros.
- El mal es un punto de vista - me susurró ahora -. Somos inmortales. Y lo que tenemos ante nosotros son las fiestas suntuosas que la conciencia no puede apreciar y que los seres humanos no pueden conocer sin arrepentirse. Dios asesina y nosotros también; indiscriminadamente. Él arrasa a ricos y pobres y nosotros hacemos lo mismo; porque ninguna criatura es igual a nosotros, ninguna tan parecida a Él como nosotros, ángeles oscuros no confiados a los límites hediondos del infierno sino por Su tierra y todos Sus reinos. Esta noche quiero un niño. Yo soy como una madre... ¡Quiero un niño!
Tendría que haber sabido lo que deseaba. No lo sabía. Me tenía hipnotizado, encantado. Jugaba conmigo como lo había hecho cuando yo era un mortal; me guiaba. Ma decía:
- Tu dolor terminará.
(...)
Fragmento de "Entrevista con el Vampiro" de Anne Rice.
Sin duda, para mí y en lo que llevo de lectura; tardía, todo hay que decirlo; este fragmento representa como ningún otro la tentación, la declinación de todo sentimiento humano a sus más profundos instintos, pues no hace falta ser vampiro para dejarse llevar por ideas tan presuntuosas y menos aún por la brutalidad que caracteriza a los animales sin razón.
Simplemente me apetecía compartir el fragmento que quise poner hace unos días, tras leerlo, pero se me olvidó.
Aún añoro aquel espacio en el que pude leer fragmentos como este de diversos libros que componen las "Crónicas Vampíricas" de Anne rice e información sobre personajes tales como Vlad Tepes Dracul o Elizabeth Bathory.
Veremos si este blog, más que un reflejo de lo que fue el que menciono y cuyo nombre ya ni recuerdo, sea simplemente lo que siempre he pretendido, una ventana a mi propio interior, una válvula de escape para mis ideas y para algunas de tantas historias que nacen y mueren dentro de mi cabeza.
Sé que soy esclavo sumiso de la pereza, y eso no cambiará, pero siempre trato de compartir cuanto puedo, aunque sólo sea la punta del iceberg de cuanto se produce en mí.
Muchas veces intento crear historias, pero ante la incapacidad de trasmitirlas al instante, prefiero esperar a que terminen de desarrollarse antes de escribirlas, pues si trato de plasmarlas en papel o en bits, mi falta de velocidad a la hora de escribir me agobia con la rápida sucesión de hechos ficticios en mi mente. Un mundo acelerado de sucesos y omniscencia total de cuanto ocurre. El control máximo y a la vez, la pérdida completa del mismo.
Tal vez, algún día, en vez de trasmitir mis conocimientos y suposiciones acerca de los vampiros a través de narraciones lo haga de forma llana y explícita en una entrada como esta.
NaiT
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