Es en momentos como este cuando pienso con mayor ímpetu en la gran importancia del momento, de vivirlo con seguridad y de no dejar cosas pendientes a la posibilidad. Siempre he odiado los "y si..." y no cambiaré ahora de parecer.
Son momentos duros y sé que no lo manifiesto tan gratuitamente como podría. No como mi estado emocional, que pregono a los 4 vientos y si puedo, en más medios, además.
He aprendido pasivamente durante toda mi vida lo que significaba el sacrificio, más allá de lo que pudiera absorber de las típicas "americanadas", series de anime o incluso enseñanzas primarias... Era él la figura de algo grande, lo importante, lo estable, lo serio, lo admirable...
Con el tiempo sentí la distorsión por la edad y el choque de posturas. Había crecido y no me conformaba con estar a su ancha sombra, quería sobrepasarle, quería tener autoridad, quería su respeto y con él su aprobación.
Fueron tiempos difíciles en los que llegué a odiar en silencio su persona por sus medidas de precaución. Siempre fueron muy protectores conmigo y eso me impedía crecer, ser yo mismo, hasta que decidí revelarme, sin olvidar mi educación y respeto.
Hoy por hoy, ha pasado mucho tiempo y todavía puedo extraer grandes enseñanzas silenciosas de su actitud. Tal vez porque soy más frío con estos temas, tal vez porque sea un mecanismo de negación automático, no lo sé, pero es ahora cuando comienzo a reemplazar tu puesto y me aterra pensar que no podré aprender tanto como me hubiera gustado.
No habrás sido el mejor, pero has sido un ejemplo de vida y sé que grandes virtudes las debo a ti. Es curioso cómo tan pronto el aprendiz superó al maestro en varios aspectos y cómo fingías resquemor ocultando una amplia sonrisa.
Me apena pensar que el referente más cercano de sacrificio, benevolencia y firmeza; aquel que se ha dedicado en cuerpo y alma a aquello que siempre quiso y se condenó en algunas causas por hacer lo correcto, es lamentable ver cómo pese a tanta lucha, en algunos aspectos, ha sido en vano.
Supongo que es la visión actual, por este trance tan dificultoso por el que pasamos... pero reconocerás que en tu estado... es evidente que no existe justicia alguna.
Y yo, que he sido inconsciente del porqué de algunas de mis actitudes resulta que las debo a ti y es cuando me pregunto ¿debería agradecértelo o repudiarte por ello? ¿Es el tuyo el destino que me espera?.
Supongo que tú sólo cumpliste plantando la semilla y procurando un buen crecimiento para evitar tus errores y así procurar un futuro mejor para mí...
Sólo espero tener más tiempo para poder aprender y preguntarte el porqué de tantas cosas...
Siempre me he identificado con Kakashi y por lo visto tengo más en común con él de lo que parece...
No puedo evitar sentir vergüenza por las prioridades que me atormentan... A veces creo que doy tanto asco...
NaiT
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