Vuelven a mí amargas emociones, pues no se trata de sentimientos.
Recuerdo antiguas sensaciones en mi fuero interno.
Voy dando palos de ciego mientras procuro exprimir mi pobre ilusión,
intento no deshacerme ni perder de ninguna manera el control.
Pero ¿qué es el control?
Contenerme hasta que alcanzo mi límite y aún así no gritar basta.
Aguantar con una mueca en su versión de sonrisa mientras la vida azota.
Renunciar a sueños, objetivos y salidas por el sentimiento de responsabilidad.
El control es hacer creer al mundo que controlas algo cuando todo, incluso uno mismo, está fuera de control.
Siempre he sabido que soy emocional y sentimentalmente algo sadomasoquista, pero cada vez atisbo mejor lo insalubre de tal conducta... pero me aferro a intentarlo nuevamente por alguien que me gusta y no por algo que me conviene...
Delirios, delirios... En estos momentos hasta me cuesta pensar. Sufro un agotamiento que ningún descanso puede aliviar, un deterioro que nada puede reparar. ¿Nada? Nada a mi alcance, que para el caso es igual.
¿Será la cafeína tomada ayer? ¿Será la medicación?
Lo que sé es que mi cabeza no está en su sitio. A momentos el mundo parece dar vueltas sin moverse del sitio, las cosas cobran un tenue movimiento pero sin desplazarse del sitio.
Si clavo la mirada fijamente en un punto todo cuanto lo rodea se mueve sin alterar la realidad.
Siento presión en mi cráneo...
Y lejos de buscar una solución a estas cefaleas y distorsiones de visión, yo me pregunto...
¿Cómo sería ver el mundo a través de otros ojos? Y aún más importante... ¿Cómo sería verme a mí mismo a través de otros ojos?
...
Realmente necesito un buen descanso...
NaiT
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