Cada vez frecuento más este páramo de desolación llamado consciencia que, por mucho suplemento para sembrar algo más de cordura, siempre acabo con mis recurrente divagaciones.
Y sigo con el conflicto de, ¿qué pesa más, el placer o el deber? ¿lo correcto o la felicidad?
Hoy por hoy he tomado una decisión que, pese a necesitarla tiempo atrás, no tomé por mi afán de experiencias, de diversión. Pero ahora que lo tengo todo tan a mi alcance... me he cansado.
Y es que ante tanto manjar disponible, no he precisado a penas un par de bocados para sentir que estaba "empanchado". Ahora que podría disfrutar esta condena como tantas veces he querido... he perdido las ganas de hacerlo.
¿Vale la pena la simple diversión a cambio de tus verdaderas metas? Y es que a base de quemarme he tomado la decisión de acabar con todo, todo este ritmo de vida, toda esta "mala fama", toda esta válvula de escape que al fin y al cabo sólo me ha proporcionado una reputación y, lo que es peor de todo, no merecida.
No siento apetito ni por autosatisfacerme, no le encuentro lógica a dicho placer siquiera.
En parte es como castigo, tanto para mí como para otros, pero también es el sacrificio que necesito para poder avanzar; limitar mis dotes, limitar mis encantos y poco a poco privar al mundo de mí.
A veces me siento prisionero de mi autocompasión y de mi irremediable necesidad de mejorar, convirtiéndome en un carca prematuro o, quién sabe en qué pueda acabar...
Llevo demasiado tiempo sin tener aquello que algunos aspiramos con nuestro corazón y que otros menosprecian cual trapos sucios. Cada vez pesa más el hecho de sentirme un incompetente en dicho rol, un ignorante en el proceso de una relación... Pero no se me brindan oportunidades.
Y puede que la culpa en parte sea de mi reputación, además de muchos otros defectos de mi persona.
Finalmente, sin realizar algunas de mis fantasías grupales, me temo que me veo cansado de ellas, pues no valen una mísera fracción de aquello que deseo de verdad, aquello de lo que tantas veces me alejo por temor o por ver inviable la relación...
Y es que cuanto más cerca parece que tengo algo, más lejos lo coloco... Pero son años de verme en esta posición, y percibo rápidamente cuando no soy la primera opción.
Podría decir que los demás pueden hacer lo mismo, pero es que yo ya no sé cómo tener una primera opción, pues si de algo llevo demasiado tiempo pecando, es que a veces ya no sé cómo sentir amor... o cómo debería sentirlo después de todo.
Dudas que nublan mi juicio, problemas, trabas y al final distancia, física o emocional, el caso es separar aquello que quiero pero que a su vez me puede hacer mal.
Me gustaría tanto poder librarme de esta insana cordura otra vez y cometer locuras dignas de "enamorado" simplemente por sentir que eso está "bien"...
Enamorarme... no sé si realmente aspiro a tanto... pero querer, sentir cariño, comprensión, reciprocidad, tener convivencia...
Cada vez me siento más solo pero es que ya no sé distinguir si me gusta...
Sólo pido ser de una persona y que esa persona sea mía por igual.
NaiT
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