Blood Letters...

viernes, 5 de febrero de 2010

Silencios de un Poeta.

Sólo soy un artista sin obra,
el soñador ante un espejo,
el letargo de tus pasiones,
la oscuridad que se oculta en la luz.
Soy el silencio en las palabras del poeta,
el vacío destructor inherente de la creacción.
Rey sin su legado, de sus venas esclavo,
solo en el escenario, cruel y renegado.


Escritos en la nada, susurros mudos
que gritan callando verdades.
Mentiras a flor de piel, porcelana marchita,
máscaras de criaturas malditas
con llagas de abusos y despertares en la umbra enegrecida,
perdida, corroída, podrida...
Choque directo con el día a día;
realidad carente de fantasía.
Magnánimes sollozos de perdón a los corazones quebrados,
esperanzas faltas de argumentos que avivan el ensueño de la razón
en un mundo perdido en la codicia y la simplitud de las apariencias.

Inspiración perdida, ¿ dónde te encontraré?
Tus cálidas nanas, templan en tus fríos brazos; perdidos en la soledad...
Recobrar las fuerzas, árdua tarea; encajar palabras, juego de niños;
hablar sin hablar, decir sin decir, soñar sin dormir, expresar desde la tumba...

Imaginación, ¿cómo llamarte? ¿cómo plasmar tu gratitud?
El mediocre consuelo del bastardo, crear lo mil veces ya creado,
transformar en cenizas todo cuanto he creado...
Poeta preso, habla conmigo.
Los hilos sólo son costura en tus labios
pero no en tu inconsumible espíritu,

Bohémio te llamaban y no sabían que te insultaban
de lujuria y obscenidades sabían que pecabas.

Desconcierto, por nada siento apego,
amistades que van y vienen en un curso infrenable,
personas que tarde o temprano desaparecen
y aunque en recuerdo siguen, la añoranza no les acompaña.

Solitario me llamaban cuando estaba en compañía
pero solo nadie habla ni critica,
pero tampoco ama ni excita.

Gélido me siento mas ardiente es mi deseo,
pero la calma me domina, y al destino me entrego.
Gélido corazón, cansado del escarmiento.

La idea es cuanto tengo, triste pero cierto.
No son grandes ocurrencias ni las precisas al momento,
pero algún día fluirán como texto, les haré ser lo que son
para que sigan siendo cuando yo ya no sea...
La huella en el tiempo en una gran odisea.

Esto es cuanto pienso, pues creo lo que soy, pasión.
Sin mayor arrepentimiento, revolución sin sangre,
no un iluso por el coraje ni héroe póstumo,
soy un vividor que escarmenta con el error
y arregla con sudor, un revolucionario sin nación,
sin banderas ni armamento, sólo una función.
Ver, vivir, conocer, descubrir, inventar, crear,
soñar, transmitir, compartir y al final morir.

Mi triunfo está por llegar, la fama quizá.
Puede ser por textos o cualquier casualidad
el tiempo mismo será quien dirá.
Tal y como empiezo, acabo en lo personal,
qué ególatra este poeta que se alaba al que más.
Así es como escribo, y dudo que lo pueda cambiar.

Acordes de un piano, invaden la sala,
las paredes añil se tiñen de medianoche,
la luna me canta bajo el destello de las estrellas,
los crisantemos en flor aguardan mi compañía.
Siento el latir y lo vuelvo a sentir.
Esbozo una sonrisa apagada, la carne es débil.
Me visto de gala, y anoto en mi cuaderno.

Contemplo desde mi ventana la vida que ya ha pasado
y por un momento descubro mi lugar, un sitio maravilloso
dónde el pasado y el futuro se cruzan,
Se acerca la niebla, pero acabé mi poesía.

Muchos dicen que lo que sientes es agonía,
pero sobre el dolor retumba mi alegría,
un nuevo poema he de comenzar, pero...
... mañana será otro día.

Dejo la pluma para empezar a escribir los silencios de un poeta sin vida.


NaiT

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