Noche de los muertos bajo la tenue luz de la luna menguante ensombrecida por aires de tormenta.
En esta noche de jolgorio, víspera de todos los santos, en la que encarnaremos los terrores más intrínsecos del ser humano es la que yo aprovecharé para reflexionar y meditar antes de que el apabullante estrés que me espera el día de hoy me absorba por completo.
Ya contamos como día 31 de Octubre y es por ello que, antes de que llegue el día uno, el día de culto a aquellos que perecieron, los que se marcharon o incluso los que por poco no llegaron; yo rendiré, en mi egolatría misma, un culto especial a aquello que muere en mí cada día que pasa.