Blood Letters...

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Qué es estar enamorado?

Espera un momento, ¡¿enamorado?! No es una palabra habitual en mi vocabulario como puedan ser el "amor", "querer", "sentir", "soñar", "luchar", "amar".... Y esas sólo son las palabras más bonitas que suelo registrar, si tenemos que contar las más habituales... "llanto", "tristeza", "agonía", "dolor", "pena", "melancolía"...

Señoras y señores, he perdido la cabeza, más de lo que acostumbro y en un ámbito en el que me procuro bastantes barreras por seguridad. Mal señalizadas cabe decir porque siempre acabo igual.


Soy una persona con gran facilidad para sentir cosas positivas hacia los demás y por contra muchas cosas negativas hacia mí mismo; creo que muchos pecamos con lo mismo.

¿Cómo mantienes la cordura? ¿Cómo evitas caer en la depresión?

Para empezar, y puede que para sorpresa de muchos, me alimento todo lo posible de pequeñas cosas del día a día y desde hace un tiempo más que antes, así consigo reforzar mis argumentos para seguir adelante. Tengo bastante entereza y rendirse no es siempre una opción, y menos cuando se trata de la vida.

Por otro lado... vivo en constante depresión. No es una depresión aguda, no lo suele ser, pero sí vivo en un constante umbral de preocupación, angustia y odio por no saber cómo canalizar mejor estas energías o simplemente por no tener siempre la voluntad de hacerlo.

Todos tenemos problemas y saber dejarlos cada uno en su correspondiente lugar es una habilidad maravillosa, incluso divina, que cuesta una vida entera perfeccionar. Pero sólo con dejar cada cosa en su lugar no basta, sabes que esas cosas están ahí, sabes que te tienes que enfrentar a ello y en algunos espacios vacíos es normal que busques soluciones "adelantando el trabajo".

Todo cuanto nos rodea nos cambia, nos erosiona, nos moldea... ¿Puede eso llevarte a una depresión crónica? Bueno, si tiendes a ser pesimista es muy probable.

No me considero para nada pesimista, tengo claras inclinaciones pero procuro medir todo en base a la realidad. Quien me conozca sabrá que de cara a los demás procuro ser muy optimista y la verdad es que sale de mí (salvo circunstancias claramente difíciles), pero en lo que se trata a mí... soy pesimista.

¿Qué tiene que ver esto con el amor? ¿Cómo puede el pesimismo relacionarse con estar enamorado?

Toda esta reflexión parte desde el momento en el que, pese a que es una situación insostenible, imposible y que seguramente evocará al fracaso... quiero intentarlo, quiero agotar mis fuerzas en luchar para cambiar esa realidad, quiero demostrarme a mí, a él y al mundo entero que si quieres algo con todo tu corazón se puede generar un cambio.

El problema es cuando estás solo en esa lucha...

Conocer personas que te motiven a seguir es un arma de doble filo, alivian el peso de todo cuanto cargas en mente pero generalmente, con el tiempo, y más si la cosa va mal, se vuelven un peso mayor.

Me sorprende ver, cómo he cambiado de parecer en poco tiempo, al ver una oportunidad minúscula y tal vez sólo visible para mí, pero hacía mucho que no decidía luchar por nada, hacía mucho que no sentía esas ganas, esa fuerza...

Llevo una semana de vagancia extrema por no dormir X horas seguidas, y estando bien, confiando en que podría cambiarle de parecer. Ahora que las aguas están más turbias, es cuando tengo más ganas todavía de esforzarme, de cambiar.

¿Cómo he llegado a esto?

No lo sé... había perdido las ganas de luchar por nadie, prefería esperar a ver si alguien demostraba por mí lo que procuro demostrar yo por los demás... pero él... él es más que eso.

Sólo es un niño, es verdad, todavía tiene mucho que vivir y aprender, pero... él es una motivación más que suficiente...

Él tiene algo que no sólo lo hace más atractivo que los demás, es diferente, su sabor, su olor... incluso su actitud, ahora más fría que antes... no consigo encontrar pegas que me valgan.

Las palabras que mencioné al principio... todas están ligadas a sentirse como yo me siento ahora, tanto en lo bueno como en lo malo y quién sabe si en unos meses cambiaré de parecer, quién sabe si me rendiré...

Sólo sé que es un reto que a muchos les viene grande, un reto que a mí no me pertenecía, un reto que no quería volver a tener...

Gabriel, posiblemente lo leas ya que automáticamente aparecerá en mi muro de Facebook.

No creas que te librarás de mí tan fácilmente, te quiero y sé que me quieres, sé que por pequeña que sea una parte de ti desea estar conmigo pese a las dificultades.

Busca todas las excusas que quieras, pero si no me quieres en tu vida sólo tendrás que decirlo.

Me hice el ciego, pero sin duda todavía creo, y creo que vale la pena. Vale la pena intentarlo porque... porque te quiero de corazón y he visto cómo podríamos estar juntos... Maldigo mi precariedad por no poder estar ahí, a tu lado... pero aunque sea con lagos de tiempo por en medio, oh Dios por ti quiero intentarlo.


NaiT


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