Christmas coming... again.

Se acerca a gran velocidad esa fecha señalada, esos momentos de júbilo, alegría, calor familiar y humildad en la que todos se muestran cariño y la idea principal es la de compartir...


Se acerca esa fecha en la que más que nunca deseas estar con tus seres queridos.


Hoy no entraré en la polémica habitual, todos somos conscientes del bulo y la hipocresía que suponen estas fiestas de buen espíritu pero ya demasiado corruptas.

Hace poco más de 2 décadas...

Hace poco más de 2 décadas casi perdí mi vida.
Hace poco más de 2 décadas se me brindó la oportunidad.
Hace poco más de 2 décadas nací y renací...

Han pasado ya 7670 días desde un lejano 17 de Noviembre de 1990 donde aparentemente no ocurrió nada emblemático. Desalojos en Alemania, celebraciones por la previa entonación de Akihito en Japón....
Pero fue ése mismo día, o debería decir noche, en la que una mujer dio a luz en el hospital Virgen del Toro de Mahón, en la isla de Menorca.

¿Qué es estar enamorado?

Espera un momento, ¡¿enamorado?! No es una palabra habitual en mi vocabulario como puedan ser el "amor", "querer", "sentir", "soñar", "luchar", "amar".... Y esas sólo son las palabras más bonitas que suelo registrar, si tenemos que contar las más habituales... "llanto", "tristeza", "agonía", "dolor", "pena", "melancolía"...

Señoras y señores, he perdido la cabeza, más de lo que acostumbro y en un ámbito en el que me procuro bastantes barreras por seguridad. Mal señalizadas cabe decir porque siempre acabo igual.

Llueve en mis noches porque me gustaría ser algo más para ti. Un todo capaz de cubrir tus necesidades y aflicciones, cubrir todos esos espacios carentes de calor, carentes de cariño.
Desearía poder extender mis alas y ser más, ser lo que necesitas, ser lo que necesito, ser tuyo y tú para mí.

Por las tonterías más pequeñas se olvidan y pierden las más grandes historias de las que bien sabe el corazón.

Me alegro de haber tomado las decisiones más difíciles y que, a sabiendas de lo que era correcto, he hecho lo que de verdad he deseado con todo mi ser, algo que no siempre me he permitido y que a esta edad valoro muchísimo. No me considero alguien caprichoso, ya que suelo valorar la necesidad antes de ir a por todas.

Pánico, estrés, temor, confirmación, dolor, tristeza, ira, soberbia, condescendencia. Sorpresa, encanto, magia, felicidad, culpa, melancolía, aceptación... Celos, rabia, impotencia, realidad, confianza, miedo y finalmente amor...

Cuántas cosas se puede llegar a sentir en un mismo fin de semana y todas relacionadas con una misma persona... Pero eso no es todo, además de esas sensaciones (demasiado duraderas para mi gusto) están mis propios replanteamientos, análisis de la situación y mi odiosa manía de evocarlo todo al fracaso como medida preventiva y para evitar demasiadas sorpresas...