Oh pequeño ángel que no entiende, procuro intentar no conservar éste odio que ahora te tengo. Prometo hacerlo posible, borrarte de mi pensamiento y que nunca tengamos que llegar a vernos.
Has sido una bendición, tú, caído del cielo, pero todavía no entiendes, no entiendes cómo se ama, ni cómo se vive, no entiendes cómo se siente...