Empecé a creer en los milagros porque apareciste en mi vida... te miré, me miraste y, pese a las adversidades pudimos iniciar una historia conjunta... una historia que con sus más y sus menos era suficiente para mantener este mundo de magia, este sueño...
Pero los sueños sólo son eso y poco a poco se deshacen los artificios, todos los resultados de mi voluntad, de querer ver más allá de lo que en verdad hay...