Blood Letters...

miércoles, 7 de marzo de 2012

Pánico a la noche...

[Publico ahora este texto ya que no me he visto en disposición de continuarlo/terminarlo hasta ahora.]

*La peor manera de echar de menos a una persona es tenerla cerca y saber que nunca podrá ser tuya.*

Una frase que me hubiese ido al dedillo hace unos días...
Todavía me arrepiento de no haberle podido decir una de las frases que esperaba decirle, una que se me ocurrió pensando en él y que al final no le pude decir... todo pasó demasiado rápido.

"Si pudiera verte durante toda una vida, ésta se haría demasiado corta para contemplarte...".

Que te pesen las palabras en tu interior y aún más el saber que ya no le podrás contemplar, no sin aferrarte a un pasado que no volverá...
(5/03/12)

Sigo sin comprender cómo pude llegar a esos extremos y aunque no sirva de nada martirizarme, quiero más respuestas que por lo visto se retrasarán más de lo deseado...

La pasada noche, después de liberar casi todo el dolor que siento hacia mí mismo, tuve unos sueños, sueños que pese a la situación parecían buscar animarme, aunque carecían de mucho sentido.

Lo peor era despertarme, ir a beber algo o ir al baño y al entrar en la habitación de nuevo, verle ahí. Al otro lado de la cama, como en la última escena que recuerdo. Verle aterrado, sollozando y por un instante sentir su miedo hacia mí y el propio miedo que yo sentía por no poder parar mi cuerpo...

Tal vez esta experiencia me haya dejado un trauma... hoy veré, durmiendo en mi habitación, qué tal lo llevo...

Nunca he sido que temiese la noche o la oscuridad... Hace falta tiempo, mucho tiempo y sé que después de todo no tendré perdón... Sí, la que habla ahora es la depresión que llevo tiempo combatiendo y que tan solo necesitaba algo así para tomar el control, pero todavía no me rindo, todavía me quedan fuerzas para intentar luchar, seguir adelante e intentar curarme...

En este mismo momento, me siento tan... sintético por la pastilla... Que pueda canalizar con un poco de cordura y control mis emociones a través de un fármaco es mi propia visión de decadencia, por útil que sea... Que yo haya tenido que caer en esto...

Ojalá él lo tenga mucho más fácil de superar que no yo...

------------------------ Todo cuanto recojo aquí pertenece a la noche entre el 4 y el 5 de Marzo, simples sueños de alivio contrastados con una realidad tempestiva y desoladora. Tal vez una tregua por parte de mi subconsciente para no caer en la locura, o no en una más profunda. Es raro poder conciliar el sueño con la depresión a flor de piel...

Primer sueño, desde la 1:00 hasta las 3:15 am: Recuerdo el jardín de la casa en la que he estado viviendo durante mi adolescencia. Los matices eran diferentes, los colores más vivos y pese a conservar algunas peculiaridades características para reconocer mi casa, sé que no se trataba de dicho lugar. Entre tanto colorido, jovial, primaveresco, radiante... se llevaba a cabo una guerra. Todavía no comprendo su fin, y tampoco recuerdo los detalles. Sólo recuerdo los colores, los árboles, las flores y esa hormigonera que tantos veranos tuve que usar siendo empleada como si de un ariete se tratase para derrocar las murallas enemigas. Entre tanto color sólo podía distinguir seres de fantasía: hadas, vampiros, trolls... Días después de haber soñado, todavía recuerdo esas imágenes, pero al igual que al momento de despertarme, sigo sin poder recordar la trama que llevó a dicha guerra. Un contraste de destrucción con un aire de creación.

Segundo sueño desde las 3:15 hasta las 4:15 am: La estancia era oscura, siniestra y bastante lúgubre. Me encontraba en una casa señorial, pero ninguna que pueda reconocer ahora mismo. Los colores eran apagados, las paredes estaban desgastadas y el aire cargaba en sí un gran pesar. Era un ritual, uno que no sería capaz de repetir o interpretar, sólo sé que se trataba de la llamada a alguien. Pude sentir la fuerza, la energía e incluso la magia, pero a la vez el terror, el pánico, la soledad... Era una llamada a un ser que no conozco, pero sabiendo lo ocurrido y ahora desde una perspectiva consciente sé que ése "desconocido" era él. En el sueño llamaba a un imposible, tal como podría ser algún demonio o algún Dios Superior propio de las obras de Lovecraft. Recuerdo una puerta de madera bastante envejecida. Era una puerta corriente que daba a otra de las habitaciones de la casa. Alguien estaba ahí, alguien oía la llamada pero en el momento en el que el pomo reaccionó al ritual el sueño terminó dejándome una estela de desesperación por no haber podido completar mi llamada. Tal vez llamaba a una parte de mí para que se manifestase en mi presencia o tal vez eran mis ganas de recuperarle las que hablaban en mi sueño. Lo que sé es que fuera lo que fuera, lo perdí en ése mismo instante, aquello que llamé y no volverá.

------------------------

Días después, estoy mejor, no estoy bien pero puedo seguir adelante. También estoy recibiendo muchísimo apoyo por parte de mis amigos y es algo que agradezco. Pero por mucho que me consiga equilibrar mínimamente hay cosas en mí que han cambiado. Podré fingir, podré interpretar mi rol de antaño, pero ya no voy a poder ser el mismo. He aniquilado lo que más quería, he vivido en carne propia la que podría haber sido la peor de mis pesadillas, y ninguna pesadilla podrá devolverme lo perdido...

Es hora de seguir adelante, aunque cueste. Sólo espero no decaer de nuevo y tampoco recaer en los errores que han llevado a esta catástrofe. Tal vez el cambio no agrade mucho, pero puede que sea una forma de impedir eso mismo, volver a perder el control.

NaiT   [(Odio escribir los textos en varias partes...)]

No hay comentarios: