Blood Letters...

domingo, 14 de diciembre de 2014

Una semana en Londres; tercera noche en Mánchester.

Como en muchas ocasiones, siento la fría daga de la soledad clavarse por mi espinazo. A momentos por la frustración me gustaría romper en un mar de llantos, pero no; como de costumbre, no voy a llorar...

Tomé una decisión, una que llevaba tiempo meditando pero que por os infortunios de la providencia, la he llevado a cabo de forma (más que prematura) precipitada o con falta de "tiempo".

Quería hacerlo todo de una sentada, que el viaje a Londres fuera definitivo para irme de España (sólo por ahorrarme los billetes de vuelta y otro de partida...).



El caso es que, por ahorrar por una parte, me veo que cuento con menos dinero del esperado (por el momento suficiente para unos meses), por lo que tendré que apretar más el cinturón, cosa que hará el trago más difícil.

Es ahora cuando veo que tal vez no estudié lo bastante bien la situación, pero ya estoy aquí y he de intentarlo, al menos eso; intentarlo.

Todo empezó en Londres, una semana maravillosa con mi amiga Lydia. Una habitación más que entrañable para los 2 y horas y horas de ir de aquí para allá, ver cosas, comprar y hacer el tonto...

¿Quién me iba a decir que me iba a deprimir tanto al quedarme solo?...

Y es que no es la primera vez que estoy solo, ya he pasado por eso, pero...

El viernes, nada más llegar a Mánchester y entrar en la habitación low cost en la que pasaría 2 noches antes de ir al piso alquilado.... me derrumbé.

Era cálido, tenía cama... pero no era algo para mí. Me aferraba al "sólo son 2 noches" y que luego estaría en mi cuarto para estos meses...

Gracias a internet y a horas de sueño el trago ha sido menor, pero ahora...

Al llegar a la casa, su falta de encanto me ha azotado, y no conforme con eso, al entrar en el cuarto me he sentido en parte estafado, en parte decepcionado y, completamente, desdichado.

El cuarto es ridículo, aunque lo puedo soportar. Lo que me sacó de mis casillas y me provocó esta gran impotencia (que todavía late en mis adentros) fue ver que además de sucia, todavía estaba llena de los trastos del anterior alquilado...

Incluso la habitación low cost era más grande y cálida...

Para salir del trago he paseado un poco por las calles, para situarme y localizar puntos de referencia para coger buses y demás al centro. A esto he estado caminando por la universidad, cuyos edifícios no están separados en una zona alejada, son accesibles y se mezclan bien con el entorno entre "poligonal" y de ciudad que toman las calles a medida que me alejo del Moss Side y me acerco al centro.

No he llegado al centro, empezaba a llover y tenía que comprar algunas cosas para comer y limpiar.

Ya han pasado unas cuantas horas desde esa primera impresión en la casa. He hablado un poco con los que serán mis compañeros y son agradables, pero veo que el ambiente está muy disperso, cada uno a su tema.

He limpiado un poco la habitación (aunque hay rincones que tendré que ponerme a fondo en otro momento), al menos lo primordial para poder colocar mis cosas.

He sacado todo lo del anterior alquilado y alguien ya pasará a recogerlo.

Supongo que todo será adaptarme, pero sólo pienso en lo mucho que echo de menos aquella habitación de Londres, tan perfecta (y tan cara...)... La compañía de una cara conocida...

Mis padres tenían más razón de la que me gustaría admitir, pero sigo adelante, si quiero que esto mejore he de dar lo mejor de mí para encontrar trabajo y, con suerte, cambiarme a un lugar mejor...

Pero lo importante ahora será no quedarme sin dinero... o si veo que eso puede suceder... empaquetar y marcharme.

Si al menos no hubiera tenido tantos gastos inesperados o no tuviese que quedarme todo un mes sin el paro para que me lo trasladen a Inglaterra...

Os echo mucho de menos a todos, de verdad...

A ver si quedo pronto con caras conocidas para que se me pase esta angustia que tengo desde que he abandonado el amparo que tenía en Londres...

Me has mimado demasiado, Lydia =)

Tal vez estoy así porque estos últimos días he comido un poco de pena... Entre que por ahorrar los últimos días íbamos a sandwiches en Londres (con algún que otro atracón en restaurantes xD) y que en la habitación low cost no quería tener mucha comida porque eran más trastos a mover hoy y que advertí además la presencia de un roedor por el cuarto...

En fin... toca seguir en pie y hacia delante!

NaiT

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